Ciertamente, estamos viviendo "malos tiempos para la lírica".
Pero la violencia es fundamentalmente eso; VIOLENCIA!
Imposición. Falta de Amor. Egocentrismo. Endiosamiento. MUERTE!
Pero... Quedarán algunos hombres buenos.
El hecho es que la victima, tras la caída dura, sangrante, infame, y si el Creador concede el beneplácito de la supervivencia, puede experimentar un lento, aunque intenso, resurgimiento, físico, intelectual, psicológico, espiritual, que puede llevarla a las cumbres de un universo de fuerza, autoestima, plenitud y belleza no alcanzadas antes de la "caída".
Por esas víctimas, que pueden aparecer como metafóricas nuevas diosas de un olimpo inexistente!
"LA CAPA ROJA".
Óleo, acrílico, carboncillo, y pastel, sobre tela.
120 x 120 cm.
2018.
Bajo el impactante rojo,
sobrevive tierna, inocente, infantil.
Es alma o es mujer?
Es, lo que siempre podrá ser.
Bella, libre, fructífera...
Inocente.
Con la Inocencia de una nueva virginidad
espiritual conseguida en un renovado génesis.
Bajo las heridas no sanadas,
sobre las cenizas del mal sufrido,
Como a tantas almas jamás amadas.
Pero firme, serena, libre, cuan futura diosa venerada.
"CERES".
Óleo, acrílico, carboncillo, y pastel, sobre tela.
120 x 120 cm.
2018.
Genera. Cuida. Crece, Crea.
Del matrimonio y las cosechas, es protectora.
Demeter en Grecia.
Porta las estaciones. Vivifica la vida... Y la muerte.
Cálidos tonos la cubren y la muestran.
Torbellino y bandera de la vida.
"DURGA".
120 cm de diámetro.
Óleo. Acrílico. Carboncillo y pastel sobre madera de ukumen.
2018.
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