AUNQUE el mural del altar no es nuestro, la vidriera, la iluminación reforma de todo el espacio y colorido del mismo, así como el mural que se muestra al final de ésta página, sí lo es.
Una de las grandes oportunidades de hacer una creación completa... integral. No se trataba de añadir unos cuadros a unas paredes, sino de reformar todo el entorno, obteniendo el máximo de "rendimiento" con el mínimo de inversión. El resultado, solo perceptible cuando alguien entra por primera vez en esta capilla, es muy gratificante.
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